sábado, 24 de abril de 2010

-La imágen del momento-

viernes, 9 de abril de 2010

La húmedad tierra quise sentir,
para no dejar de vivir.
Los sucios pasos que,
a partir de allí
me quisieron perseguir.
Oh desconchada piel,
Oh oscura mirada.
Quien no quisiera huir de ti.

sábado, 27 de marzo de 2010

Miles de voces resonaron entre sus sesos.
"Nooooo"..."Malditos hijos de perra"..."Dejadme en paz"..."Mi hijooooooo"
Ella seguía descuartizando al último humano que quedaba en el bar.
Sus manos, garfios. Sus dientes, cuchillos. Su instinto, brutal.
El sabor de la sangre fresca unida a la textura de los tendones y fibras musculares crujiendo en su boca no hacía más que excitarla y obligarla a seguir devorando los restos de un irreconocible cuerpo humano.
En ese instante un dolor agudo le penetró el cuerpo. No sabía que pasaba, solo oía ruido...
Viró la cabeza entre tanta confusión y atisbó a contemplar a 7 humanos vestidos de verde con armas en sus manos acribillando a todos sus hermanos...
Sintió la penetración en su cuerpo de unas piezas metálicas que no mataban, pero herían.
En un movimiento instintivo de defensa se levantó y corrió hacia ellos.
El más adelantado levantó un brazo con un instrumento metálico en su mano que claramente apestaba a muerte con solo mirarlo...
Un estruendo sonó en medio de la habitación.
-Negro-

jueves, 25 de marzo de 2010

-La imagen del momento-



By: http://www.flickr.com/photos/sin_tus_reglas

miércoles, 24 de marzo de 2010

Solanum: El virus.

El Solanum funciona viajando dentro del sistema sanguíneo, desde el punto de entrada inicial hasta el cerebro. De un modo que aún no se ha llegado a comprender del todo, el virus usa las células del lóbulo frontal para la replicación y las destruye en el proceso. Durante este periodo, cesan todas las funciones del cuerpo. Cuando se para el corazón, se da por muerto al sujeto infectado. El cerebro, sin embargo, continúa vivo pero inactivo, mientras el virus muta las células y las convierte en un órgano completamente nuevo. La particularidad más decisiva de este nuevo órgano es su independencia el oxígeno. Si eliminamos la necesidad de este elemento tan importante, el cerebro de los no muertos se puede utilizar, pero no depende de él en ninguna medida, el complejo mecanismo de apoyo del cuerpo humano.
Una vez completada la mutación, este nuevo órgano reanima el cuerpo convirtiéndolo en una forma que guarda poco parecido(fisiológicamente hablando) con el cadáver original. Algunas de las funciones coprorales continúan siendo constantes, otras operan de manera diferente y las restantes se inahbilitan para siempre. Este nuevo organismo es un zombi, un miembro de los muertos no vivientes.

Información: Zombi. Guía de supervivencia.

Si esto es así, ¿a los zombis le siguen creciendo el pelo y las uñas?
-La imagen del momento-



martes, 23 de marzo de 2010

Frío...Siento frío.
Hambre...Tengo hambre.
Miedo...Tengo miedo.
Una gélida corriente de aire helado penetró entre mis profundos y sangrantes surcos en la cara.
De repente todas las emociones y sensaciones sentidas anteriormente desaparecieron. Todas salvo el hambre...
Abrí los ojos lentamente. Eramos miles. Miles como yo. Miles como yo que estaban siendo avasallados por una lluvia de fuego y metralla proveniente de una caseta situada unos 100 metros más allá.
Dentro había alguien...Carne. Mis ojos veían a alguien como yo, pero inferior. Comida al fin y al cabo.
Mis piernas echaron a correr por sí solas mientras me dirigía a toda velocidad hacia la caseta. Conseguí penetrar por una ventana lateral sin que se diese cuenta.
En menos de 10 segundos mis manos agarraron sus muñecas, y mi boca se abalanzó sobre su cuello.
Mis colmillos penetraron en su jugosa carne a la vez que él gritaba sin cesar.
Sentí un alivio tremendo. Una descarga de adrenalina al sentir la sangre corriendo por mi boca. Sangre caliente.
Desgarré cada parte de piel de su cuello, y lo solté.
Ahí estaba su cuerpo. Inerte, frío, insensible. Dentro de poco sería otro de los nuestros.
Cientos de los míos llegaron y se abalanzaron sobre su cuerpo para intentar sacar algún resquicio de carne y alimentarse como yo lo había hecho.
El primero logró morder una parte de las costillas derechas, y el segundo alcanzó los cuadriceps.
Nadie más consiguió nada. Él se levantó como yo lo había echo y echó a andar sin rumbo fijo, buscando algo de comer...